De ex a ex


 

En el mes de febrero comencé mis meses monotemáticos. Y con eso de que es el mes del amor, decidí lanzarme a leer novelas románticas. DE EX A EX de Rachel Lynn Solomon es un romance con escenas picantes, de esos que ahora llaman enemies to lovers.

De primeras tengo que hacer un DISCLAIMER: hace unos cuantos años, cuando la romcom se llamaba chicklit, me volvía loca. Era uno de mis géneros favoritos y Marian Keyes, mi autora estrella. Después muté, me olvidé de los romanticismos y me enganché a la YA y los thrillers... Hasta ahora. Y dejadme deciros que las novelas románticas no son lo que eran y a mi me surgen algunas preguntas al respecto. Os cuento: 

  1. ¿Por qué esa obsesión con la altura de los personajes masculinos?
  2. ¿Por qué todos los personajes masculinos tienen 20 pares de abdominales?
  3.  ¿Por qué esa obsesión con la diferencia de altura entre los personajes?
  4. ¿Por qué se supone que las protagonistas son raritas, pero todo el mundo las adora?
  5. ¿Por qué se supone que las protagonistas son "del montón" y están todos locos por ellas?
  6. ¿Por qué hay tantas novelas con escenas explícitas?
  7.  ¿Por qué esas escenas son tan poco realistas? (aviso: no me vale el "es ficción"...)

Y también: conste en acta que no entiendo estas clasificaciones "modernas" porque en este libro -y en otros que he leído con la misma trope- no he encontrado el odio por ningún lado. En este caso, sí un poco de celos y cierta antipatía, pero nada más... 

Hala! Ahora que me he desahogado, sigamos con la reseña. 

En DE EX A EX, tenemos a Shay, nuestra protagonista. Trabaja de productora en una radio pública y es INSUFRIBLE. Es un cliché con patas que, se supone, nos tiene que parecer adorable. NOPE (sorry not sorry). Y luego tenemos al interés romántico: Dominic, el reportero estrella de la emisora, que -según Shay- es inaguantable y estirado, ALTÍSIMO, con un 16 pack y bastante más ¿normal? que la protagonista. 

Tras unos cuantos capítulos de tira y afloja donde nos tenemos que creer que no se soportan, empiezan a trabajar juntos en un proyecto: fingirán que han salido juntos y serán los presentadores de un consultorio amoroso. Y resulta que lo petan y que, obviamente, terminan enamorándose. Y con el amor, llega el picante. En DE EX A EX hay unas cuantas escenas que, si vas leyendo en el autobús (mi caso) te conviertes en un camaleón para asegurarte de que tu compañero de asiento no se entera de lo que pasa en tu Kobo. 

La verdad es que el desarrollo de la relación me gustó bastante, es todo muy tierno (salvo las escenas explícitas). De hecho, Shay dejó de caerme fatal para parecerme tolerable. Y en el third act (o así lo llaman booktubers que sigo con un master en novela romántica), lo dejan, un par de capítulos después hay unas declaraciones de amor maravillosas y HAPPY ENDING. 

En resumen me divirtió mucho leer sobre el programa de radio, su impacto, su desarrollo, y algunas partes de la relación consiguieron ablandar mi corazón de Grinch, pero sin más. Supongo que ya no me va tanto el romance como antes.




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